Una madre escribe dolida porque su hijo adolescente vive aislado en su dormitorio

El aislamiento y el silencio son formas de protesta. Máximo si está en plena adolescencia, el chico necesita construir su propia escala de valores. Tu hijo hoy te necesita más que nunca, aunque él no lo sepa demostrar positivamente. Necesita tu ayuda, tu comprensión y tu estímulo. Empieza con la mejor terapia que tenemos las madres: el cariño. El amor materno es una gran medicina que tenemos a nuestra disposición siempre a mano.  Dale un abrazo cuando no se lo espere, cuando esté de espaldas, y dile muy deprisa: «cuanto te quiero», «que bien te sienta esa camiseta», «pero que guapo estás hoy», «cómo me gusta abrazarte»…y repite el abrazo a diario. Añade al abrazo una pregunta rápida para que comprenda tu estimación por su criterio: desde «¿que película prefieres que veamos?» a «¿has visto la portada del periódico hoy?»… Añade una pequeña sorpresa para hacer juntos: «he comprado estas entradas para ir a…», «que tal si salimos de excursión a…».

Recientemente hemos subido a nuestra web una información interesante sobre el cerebro en la adolescencia la puedes encontrar en:  https://lawea.fundacionbelen.org/base_datos/adolescencia.html    y también encontraras bastante información sobre problemas y sobre formación. Ten confianza en que todo lo que has sembrado en el corazón de tu hijo durante estos años, tendrá su fruto, y sigue sembrando.